“¿Y tú, qué haces aquí?”
Tuve tres profesores que eran muy fregados [fastidio], así de que, uno me llegó a mandar a mi casa a lavar pañales, como “¿Y tú que haces aquí?”. Porque aparte como es en el anexo de ingeniería, es todavía más cerrado ahí en ese centro. Entonces la gente que llega de maestría en su mayoría son hombres. También hubo profesores así muy valiosos, que sí me trataron muy bien y a otras compañeras nos trataron muy bien. De 60 que entramos nada más habíamos tres mujeres, de las cuales me parece que sólo una concluyó con la maestría, porque sí era muy demandante el estudio. La otra chica también tuvo problemas porque se le enfermo su bebé y ahí si no acreditas con ocho o repruebas [suspendes] la materia, automáticamente estás fuera de la institución, o sea ni siquiera puedes aplicar a entrar a otro programa de maestría, estás fuera.
Entonces, digo yo mejor me di de baja antes de que me… porque aparte tenía yo beca, entonces yo mejor colgué los tenis [abandoné]. A parte ya no podía porque mi madre estuvo muy grave y bueno, finalmente después ya estuvo bien, y dije “¿Y ahora cómo le hago para regresar?”. Y ya no pude regresar, lo intente aquí pero bueno no se ha podido, y ahorita creo que ya también han suavizado un poquito más los programas en el centro. Uno de los profesores con el que todavía tengo relación, me ha comentado, “Fíjate que de esta generación entraron 15 mujeres, le digo “Oye, pues sí es un avance”.
También me tocaron maestras muy buenas, por ejemplo una de cibernética con la que fue toda la parte de algoritmos. Era muy joven, yo la admiraba bastante porque generalmente los profesores que tenía en segundo y tercer semestre era gente ya grande, de cuarenta y cinco o cincuenta años, y ella tenía de egresada [terminados los estudios]como seis o siete años. Ya tenía su maestría y estaba haciendo un doctorado. Ella y otra maestra también muy jovencitas, después montaron una empresa de unos torniquetes, y fueron dos maestras que tuve que sí eran muy buenas, pero en su mayoría eran profesores hombres. Al principio, no sé si porque es el filtro, éramos 67 alumnos cuando entré a la carrera y terminamos 30, entonces el filtro en los primeros semestres estuvo súper pesado.
Natalia, 35 anys, Llicenciada en Enginyeria Cibernètica i Sistemes Computacionals, treballadora en Gestió de Projectes de l’Àrea de Tecnologia a la Universitat.